(PILAR DE TODOS, 10/12/2004)
A los que no se meten en política
A los que descreen de la política
A los que están convencidos de que la política no es para ellos
A los que están convencidos de que los políticos son todos iguales
Estimado amigo,
Te agradezco muchísimo que te tomes el tiempo para leer esta carta.
Posiblemente coincida con tu diagnóstico de porqué estamos cómo estamos; pienso distinto a vos en las acciones que hay que tomar para que esa realidad sea menos trágica.
Creo que hay que criticar "de frente", y ser sincero con respecto a las cosas que vemos mal, aunque entiendo que te puede aburrir leer mis opiniones y propuestas. Quizás tu desengaño, como el de muchos, sea con los partidos políticos y no con "la política".
Personalmente creo que la manera de cambiar la realidad es precisamente actuando en política, entendiéndola como una herramienta para acceder al poder democráticamente, y desde esa posición, impulsar los cambios que -coincidirás conmigo- se requieren (la otra alternativa es acceder al poder por la fuerza, como algunos añoran, o sumarse a un partido "tradicional" para llegar rápido).
Pero si los que nos consideramos honestos nos quedamos mirando la realidad por tele, le estaremos dejando el lugar a "los Zúccaro" (no es nada personal, pero digo "los Zúccaro" como forma de referirme a la clase de personajes a los vos te referís cuando decís que todos los políticos son iguales), que durante demasiados años de sus vidas viveron de "la política" (o sea, de todos nosotros); porque para bien o para mal, siempre alguien nos gobierna (afortunadamente).
En mi caso, sabrás que trabajo en relación de dependencia desde los 14 años (hoy tengo 42), de modo que nunca necesité acercarme a "la política" para vivir; y más allá del partido político al que pertenezca, pretendo actuar en un espacio que sea profundamente democrático (y no en uno en el que cuando llegan las elecciones internas se pongan de acuerdo entre dos o tres para "acordar" quien será el jefe, o que cuando llegan las generales se arreglan para acomodarse en una lista que a menudo da miedo): y además, ese espacio al que aspiro debe tener (como bien lo señalás vos) el ojo puesto en las "cosas importantes": la pobreza, la marginación, la falta de servicios públicos, el desempleo, la inseguridad, etc., etc.
Claro que además "del ojo puesto en...", se requieren RECURSOS, y esos recursos son precisamente los que este gobierno, y otros, malgastan en pagar favores políticos, cuando no cosas peores. Por eso, en la medida en que a través de notas de opinión, charlas personales, e-mails, o lo que sea, tengamos la capacidad de dialogar y pensar porqué nos pasa como sociedad lo que nos pasa, y debatir como podríamos mejorarlo, estaremos un poco más cerca de lograr que las cosas cambien.
Por supuesto que sería mucho más fácil (y menos esforzado) hablar con algunas personas y empresas (a menudo concesionarias de servicios públicos), y pedirles una "ayuda" para la campaña; el problema es que después los "favores" se devuelven.
El otro camino, el que yo elejí, el de decir mi verdad por los medios que tenga a mi alcance, NO ES IGUAL al que elijen "los Zúccaro": es muchísimo más largo y sacrificado, pero, ¿sabés qué? a la noche llego al barrio y miro a mis vecinos y a mi familia a los ojos, y le agradezco a Dios y a mis padres que me hayan puesto en la senda en la que estoy.
¡No te conformes con eso de que "son todos iguales", o "la política no es para mí"!. Como dijo Almafuerte, "No te des por vencido ni aun vencido". Involucrate, participá; no olvides nunca que nuestro país sufrió (y sufre hoy) mucho por culpa de los que no se involucran nunca en nada.
Te mando un abrazo y cuando nos veamos personalmente seguimos la charla.
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