Si para cada problema existe una solución, es posible que tanta desilusión acumulada en la sociedad necesitara de buenos ilusionistas que nos engañen lo suficiente como para convencernos de que la realidad no es, como sentenció Juan Domingo Perón, “la única verdad”.
Resulta interesante analizar algunos hechos que, por bien que se pretendan esconder como trucos debajo de la manga, no resisten la mirada de un público (ciudadanos, en este caso) cada vez más incrédulo.
Laguna Dorada
Una ordenanza del año 1995 prohíbe la extracción de tosca en el distrito. Sin embargo, la ordenanza fiscal y tributaria del año pasado dedica un capítulo a tal actividad. El Secretario de Hacienda —explicador a cargo en ausencia del oficial— trató de convencernos que la tosquera del Barrio Pellegrini no era una tosquera, sino un barrio cerrado en eterna construcción. Luego de quince meses de gestión, el martes pasado el jefe comunal adoptó la única medida que le quedaba: clausurar la tosquera.
Si una medida judicial ordenara ahora reabrir la tosquera, el gobierno podría volver a clausurarla por no haber pagado los derechos de extracción, que según lo manifestado por los mismos dueños de la cantera, y en función de la tasa establecida en la ordenanza tributaria, sería de al menos trescientos mil pesos, y eso sin considerar los correspondientes recargos y multas. Claro que la connivencia entre los responsables del emprendimiento y el gobierno local generan en los vecinos serias dudas sobre lo que suceda de aquí en más.
Culpables
Es improbable escuchar explicaciones de la administración municipal sobre temas tan diversos como la salud o la obra pública —por citar sólo dos áreas de indiscutible incumbencia local— sin que se cuele alguna acusación malintencionada hacia el gobierno provincial. “Los tiempos de la Provincia no son los tiempos de los vecinos de Pilar”, dijo la semana pasada el Intendente. Sin embargo, su truco excusatorio se devela cuando observamos los números de la coparticipación, que es el dinero que recibe cada municipio desde la administración provincial, independientemente de lo bien o mal que cada intendente haga las cosas, o de las solicitadas de apoyo y “lealtad” que firme o deje de firmar: durante 2003, con Sergio Bivort en el sillón del alcalde Lorenzo López, el gobernador Felipe Solá le giró a Pilar menos de 20 millones de pesos; un año después, ya con Humberto Zúccaro como jefe comunal, nuestro distrito recibió alrededor de 28 millones.
Progresismo vernáculo
Al jefe de gabinete Osvaldo Pugliese, progresista de la primera hora, se le reconoce una frase que debería formar parte de una versión actualizada de “El Príncipe” de Maquiavelo: “la izquierda es el camino más largo para llegar al peronismo”. En poco más de un año de estar en funciones, el ex edil frepasista ha pasado de impulsar propuestas como la creación de la Defensoría del Pueblo, o la Oficina Anticorrupción, a repudiar y descalificar públicamente opiniones contrarias a sus intereses personales (como son las que habitualmente firmo en este espacio).
En la década pasada, era reconfortante escuchar en el Concejo Deliberante los discursos cargados de espíritu democrático de Pugliese, cuando se enfrentaba a la mayoritaria bancada justicialista encabezada por Humberto Zúccaro; hoy, por esas cosas de la política y de la casi siempre desmedida ambición humana, el abogado se ha transformado en jefe de gabinete y mano derecha de quien hasta ayer criticaba.
En casa de herrero
Sobre las antenas de telefonía celular, tanto el intendente Humberto Zúccaro como el presidente del HCD Marcelo Castillo afirmaron con vehemencia que las antenas no provocan ninguna afectación a la salud; sin embargo las ordenanzas que convalidaron dicen claramente que las antenas pueden ocasionar “riesgos para la salud de la población” (Ordenanzas 01 a 16/05).
En igual sentido, Pugliese —que además de ser Jefe de Gabinete es abogado— tuvo cajoneado durante casi un mes un pedido de información medioambiental referida a las antenas de CTI. En contraposición, en el discurso pronunciado en la inauguración de Estilo Pilar el intendente dijo que impulsaba un gobierno con “corrupción cero”. Debería saber que el acceso a la información es uno de los requisitos necesarios para luchar contra la corrupción; y que su jefe de gabinete, quien en repetidas ocasiones habló de su compromiso con la transparencia, en los hechos hace exactamente lo opuesto: retacea información pública, a pesar de saber que el acceso irrestricto a la información es una vacuna contra la corrupción, un remedio al ilusionismo y al “roban pero hacen”. Porque, huelga decirlo, necesitamos gobiernos y funcionarios que hagan, pero que además no nos roben.
sábado, 26 de marzo de 2005
sábado, 12 de marzo de 2005
Tapar el sol con la mano
En una entrevista realizada ayer por la mañana al Secretario de Obras Públicas Jorge Zalabeite, el periodista Sebastián Seco lo consultó acerca de la dársena de la Ruta 25 ubicada frente a la entrada del emprendimiento Pilar del Este.
Hacerse cargo
Ante la pregunta sobre si la zona de la dársena presentaba adecuadas condiciones de seguridad vial -atento a los numerosos arreglos realizados por la Municipalidad luego del accidente que le costara la vida a 5 jóvenes-, el Secretario defendió con vehemencia lo que para él era una obra perfecta: dijo que no se realizaron tantos arreglos, y que en todo caso, el único problema no era la obra en sí, sino la falta de respeto de los automovilistas a las normas de tránsito. Desde ya que la enfática afirmación del secretario ingeniero no aporta demasiado a lo conocido, habida cuenta que nuestro país figura entre los primeros puestos en el ranking de muertes por accidentes de tránsito (por cantidad de vehículos). Sin embargo, no es menos cierto que, así como en el tema del medio ambiente la ley establece el principio de precaución, lo mismo debería hacerse desde el gobierno con respecto a la seguridad vial. Los automovilistas y los peatones no son los únicos componenetes del "sistema" del tránsito vehicular y la seguridad: los otros dos elementos son las vías de circulación (calles, autopistas, veredas, señales de tránsito, etc.) y las circunstancias. De estos tres elementos (automovilistas con sus vehículos, calles con sus elementos conexos, y circunstancias) sólo el primero escapa a la injerencia eficaz del gobierno municipal. En otros términos, si un conductor pretende violar un semáforo en rojo, o conducir alcoholizado, es poco lo que en materia preventiva -y a corto plazo- puede hacerse desde el Estado. En cambio, es mucho lo que puede (y sin duda debe) hacerse desde la administración. Es aquí cuando usted, estimado lector, se verá tentado a pensar que sin recursos es poco lo que se puede hacer, sobre todo si usted cobra su sueldo con un recibo con memebrete de la Municipalidad Del Pilar. Tan lógica conclusión podría ser equivocada. Los recursos, tan necesarios para todo, pueden llegar a utilizarse mal, y eso es exactamente lo que considero que sucede con la gestión de Humberto Zúccaro.
Prioridades
El bien más preciado de todo ser humano es su propia vida, y por eso, la prioridad del gobierno debería ser preservarla primero, y elevar su calidad después. En ese orden. No pueden, no deberían, destinarse miles y miles de pesos a solventar costosos espectáculos en la plaza, cuando en los barrios los centros de salud cierran a las 8 de la noche. Podrá decirse que las dos cosas son importantes, pero en ese caso, le hago una pregunta: si usted pensaba ir a la plaza el próximo Domingo a disfrutar de los artistas que allí se presentan, y el Intendente anuncia que por problemas presupuestarios se suspenden las presentaciones, ¿lo afectará más o menos que si el mismo Domingo a las doce de la noche su hijo tiene fiebre y la salita de su barrio está cerrada?. A cualquier padre le interesará poco menos que nada el espectáculo en la plaza, pero muchísimo la atención de su hijo, y además, el billete que se utilizaría para pagarle a un cantante es el mismo que el que se debería usar para pagarle al médico de la salita. ¿Qué uso será más prioritario, considerando, como decíamos antes, que los recursos siempre escasean?
Culpables
A la tan desacertada hipótesis del Secretario de Obras Públicas, podríamos sugerir otras: por ejemplo, el Secretario de Salud, que invirtió mucho tiempo en explicar las bondades del reordenamiento del sistema de salud local impulsado por el señor intendente, podría tranquilamente asegurarnos que los cambios fueron sumamente positivos, que los hospitales inaugurados por quinta vez son mejores que nunca, incluso mejores que el mismísimo Hospital Austral, pero que lo que hace que no funcionen y que algunos se quejen, es precisamente que la gente... se enferma!!; para peor, como dijo Zúccaro, un montón de gente enferma (como los delincuentes) "viene de los distritos vecinos pobres"; así como para Zalabeite, si no hubiera automovilistas no habría accidentes viales, Caruso podría asegurar que si no hubiera enfermos, el sistema de salud sería envidiable.
Quizás sea hora de buscar menos culpables y ponerse a trabajar en serio, no sólo para convencer a los de afuera de la estructura municipal, sino principalemente para convencer a los de adentro (intendente, concejales, explicadores, etc.), que demasiadas veces anteponen sus intereses personales a los de la sociedad que pretenden gobernar ("primero la Patria", decía el General Perón).
Hacerse cargo
Ante la pregunta sobre si la zona de la dársena presentaba adecuadas condiciones de seguridad vial -atento a los numerosos arreglos realizados por la Municipalidad luego del accidente que le costara la vida a 5 jóvenes-, el Secretario defendió con vehemencia lo que para él era una obra perfecta: dijo que no se realizaron tantos arreglos, y que en todo caso, el único problema no era la obra en sí, sino la falta de respeto de los automovilistas a las normas de tránsito. Desde ya que la enfática afirmación del secretario ingeniero no aporta demasiado a lo conocido, habida cuenta que nuestro país figura entre los primeros puestos en el ranking de muertes por accidentes de tránsito (por cantidad de vehículos). Sin embargo, no es menos cierto que, así como en el tema del medio ambiente la ley establece el principio de precaución, lo mismo debería hacerse desde el gobierno con respecto a la seguridad vial. Los automovilistas y los peatones no son los únicos componenetes del "sistema" del tránsito vehicular y la seguridad: los otros dos elementos son las vías de circulación (calles, autopistas, veredas, señales de tránsito, etc.) y las circunstancias. De estos tres elementos (automovilistas con sus vehículos, calles con sus elementos conexos, y circunstancias) sólo el primero escapa a la injerencia eficaz del gobierno municipal. En otros términos, si un conductor pretende violar un semáforo en rojo, o conducir alcoholizado, es poco lo que en materia preventiva -y a corto plazo- puede hacerse desde el Estado. En cambio, es mucho lo que puede (y sin duda debe) hacerse desde la administración. Es aquí cuando usted, estimado lector, se verá tentado a pensar que sin recursos es poco lo que se puede hacer, sobre todo si usted cobra su sueldo con un recibo con memebrete de la Municipalidad Del Pilar. Tan lógica conclusión podría ser equivocada. Los recursos, tan necesarios para todo, pueden llegar a utilizarse mal, y eso es exactamente lo que considero que sucede con la gestión de Humberto Zúccaro.
Prioridades
El bien más preciado de todo ser humano es su propia vida, y por eso, la prioridad del gobierno debería ser preservarla primero, y elevar su calidad después. En ese orden. No pueden, no deberían, destinarse miles y miles de pesos a solventar costosos espectáculos en la plaza, cuando en los barrios los centros de salud cierran a las 8 de la noche. Podrá decirse que las dos cosas son importantes, pero en ese caso, le hago una pregunta: si usted pensaba ir a la plaza el próximo Domingo a disfrutar de los artistas que allí se presentan, y el Intendente anuncia que por problemas presupuestarios se suspenden las presentaciones, ¿lo afectará más o menos que si el mismo Domingo a las doce de la noche su hijo tiene fiebre y la salita de su barrio está cerrada?. A cualquier padre le interesará poco menos que nada el espectáculo en la plaza, pero muchísimo la atención de su hijo, y además, el billete que se utilizaría para pagarle a un cantante es el mismo que el que se debería usar para pagarle al médico de la salita. ¿Qué uso será más prioritario, considerando, como decíamos antes, que los recursos siempre escasean?
Culpables
A la tan desacertada hipótesis del Secretario de Obras Públicas, podríamos sugerir otras: por ejemplo, el Secretario de Salud, que invirtió mucho tiempo en explicar las bondades del reordenamiento del sistema de salud local impulsado por el señor intendente, podría tranquilamente asegurarnos que los cambios fueron sumamente positivos, que los hospitales inaugurados por quinta vez son mejores que nunca, incluso mejores que el mismísimo Hospital Austral, pero que lo que hace que no funcionen y que algunos se quejen, es precisamente que la gente... se enferma!!; para peor, como dijo Zúccaro, un montón de gente enferma (como los delincuentes) "viene de los distritos vecinos pobres"; así como para Zalabeite, si no hubiera automovilistas no habría accidentes viales, Caruso podría asegurar que si no hubiera enfermos, el sistema de salud sería envidiable.
Quizás sea hora de buscar menos culpables y ponerse a trabajar en serio, no sólo para convencer a los de afuera de la estructura municipal, sino principalemente para convencer a los de adentro (intendente, concejales, explicadores, etc.), que demasiadas veces anteponen sus intereses personales a los de la sociedad que pretenden gobernar ("primero la Patria", decía el General Perón).
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