(WEBPILAR.COM, 08/04/2005) Después de meses de reclamos, y de una fugaz clausura con reapertura anunciada, ¿porqué creer que el intendente quiera —como dijo— cerrar la tosquera de la ex fábrica militar?; ¿porqué creer que quiera "ponerse del lado de los vecinos", cuando fue su mismo Jefe de Gabinete el que negoció durante meses las excepciones al código de zonificación para que se instalen 16 antenas de la firma CTI?. Con la tosquera funcionando, Humberto Zúccaro se garantiza tosca "gratis" para arreglar calles; y con las antenas habilitadas, la caja municipal recibe una "donación" de 100 mil pesos. Los gastos corren por cuenta de los vecinos afectados, que día a día van perdiendo su calidad de vida; y a cambio de algunos camiones de tosca, el municipio deja de cobrar lo que Laguna Dorada debería abonarle por derechos de extracción.
Querer es poder
En la reunión del martes pasado, el intendente y su jefe de gabinete se empeñaron en transmitir la idea de que ellos no pueden hacer nada más: "Enviamos una carta a la Comisión Nacional de Comunicaciones; ahora sólo tenemos que esperar la respuesta, que llegará en siete días". La CNC es el organismo de control nacional al que le pidieron intervención para que analice si la antena del Barrio Pellegrini contamina o no a los vecinos.
Obviamente, nadie puede aceptar que Zúccaro y su jefe de gabinete aseguren —sin que se les mueva un pelo— que "ahora hay que esperar a ver qué dicen las autoridades de la CNC; nosotros no podemos hacer nada".
Voto cantado
Me permito anticipar que la CNC no va a encontrar ninguna irregularidad, porque la radiación emitida por las antenas de telefonía celular casi siempre está muy por debajo de los límites de nuestras permisivas leyes, aunque eso no quiere decir que no exista riesgo para la salud de los vecinos. Es decir que por la cuestión de las radiaciones, nadie podrá remover ninguna antena. Pero sí se podrían remover por instalarse en zonas prohibidas, ya que el tema de la ocupación y uso del suelo es de competencia municipal.
No obstante, es una estafa y una ofensa a la inteligencia de los vecinos decir —como lo hizo Osvaldo Pugliese— que el gobierno no puede hacer nada; claro que a medida que pasan los días, las posibilidades de acción de las autoridades locales para "ponerse del lado de los vecinos" es cada vez menor.
Hongos
En el país hay decenas de municipios (como Rosario, Bahía Blanca o Córdoba), que han actuado eficazmente con respecto a las antenas, ya sea formando comisiones integradas por ONG’s e instituciones públicas y académicas, ya sea celebrando audiencias públicas con todos los posibles afectados, ya sea haciendo ambas cosas. Nadie cuestiona que las antenas deban existir; lo que sí se rechaza es la forma en la que el gobierno de Zúccaro se maneja en una cuestión tan delicada.
En Pilar, el HCD suspendió primero por 180 días cualquier trámite, luego el intendente vetó la medida, y finalmente en enero se aprobaron las excepciones, en medio de las expresiones tranquilizadoras del Presidente del HCD y del propio jefe comunal, ambos médicos: "no hay ninguna afectación a la salud", dijo Castillo. Ahora, el intendente comenzó a manifestar su preocupación, diciendo que quizás haya que rever el tema; mientras tanto, las torres van floreciendo como hongos después de la lluvia. Y la preocupación de los vecinos crece tanto como las torres.
Sin rumbo
Desde hace demasiado tiempo, en el sitio web de la Municipalidad Del Pilar se pueden encontrar dos páginas: una se titula "Presentación del plan de gobierno" y otra, "Objetivos de la nueva gestión"; debajo de cada título sólo se lee "Momentáneamente en construcción".
Si el éxito de una gestión de gobierno se interpreta como el logro de los objetivos propuestos a su inicio, queda claro que no hay nada que criticar del gobierno de Humberto Zúccaro, ya que fue consecuente: simplemente, no prometió ni cumplió nada.
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