En estos días se sucedieron hechos de palizas y golpes a personas que robaron y algunas que intentaron robar, todo esto en una discusión que todavía no llegó al congreso por la reforma del Código Penal.
Dichas golpizas la realizaron personas que circunstancialmente estaban presentes, pasaban por el lugar y otras que se sumaron para intentar separar o para aprovechar para pegarles.
No soy una persona preparada para dar respuesta a este fenómeno, solo soy un ciudadano que alguna vez fui apuntado y robado a punta de pistola, y por eso puedo dar fe de que uno queda traumado, que en algunos casos puede llevar más o menos tiempo sacarse ese estigma de la vida diaria, y solo estoy hablando de un robo, por suerte no debo hablar de que me lastimaron a mí o algunas personas de mi familia.
Solo puedo decir que si hoy me tocara presenciar un hecho de golpiza a un delincuente en la vía pública trataré de que no se le pegue o maltrate, claro lo estoy diciendo desde una postura de observador con suerte hasta ahora de algún hecho delictivo reciente.
Claro que la postura de quienes nos gobiernan está muy lejos de brindar una solución a este fenómeno; la propia Presidenta pidió que no generemos violencia porque eso trae más violencia. Ahora yo me pregunto ¿cuántas personas pueden llegar a creerle a la Presidenta si tenemos en cuenta que ella es la primera en generar violencia?, solo recordemos cuando habló por cadena nacional de lo amarrete que era el jubilado marplatense, que no dijo nada cuando se hizo una parodia de juicio público a periodistas, cuando un empresario inmobiliario criticó al gobierno, y ella en persona salió a tratarlo de evasor usando los poderes del Estado (situación ante entes de recaudación), o de cuando funcionarios entregaban medias en África con la leyenda “Clarín Miente”, y todos los escraches, no sé si impulsados por la Presidenta pero por lo menos no repudiados por ella.
Luego tenemos un juez de la corte (última instancia que tenemos los ciudadanos comunes de una justicia justa) tratando a un diputado de vendepatria, luego tenemos la corporación del Congreso, en defensa del cuestionado juez Oyarbide, después tenemos un dirigente que toma una comisaría y no va preso, o cuando llevan al congreso los aplaudidores de turno, para no dejar hablar o gritar a congresistas de la oposición, en debates en los recintos.
Cómo podríamos llegar a tener ciertas reglas de convivencia cuando se desmembró a la policía, la Justicia está desbordada, los funcionarios solo están preocupados en su reelección, (lo vemos en las pintadas y pegatinas y propaganda en avión), personajes que se dieron el lujo de llevar un conflicto con los docentes a que los chicos estuvieran casi 20 días sin clases.
Todas estas acciones u omisiones generan en el ciudadano común reacciones de violencia, (justos o injustos, propios o impropios), pero que predispone a que uno tenga en mente en un hecho así, la dicotomía de considerar al ladrón o presunto ladrón un virtual enemigo, porque ya vamos predispuestos a que el Estado va a defender más al delincuente que a la víctima, o la Justicia que seguramente si no es un chacal lo soltará a las pocas horas.
Claro que inundados por la droga, corrupción, abandono, desidia, inoperancia de todos los organismos, ¿cómo podríamos crear un ámbito de convivencia si se han perdido todos los valores, códigos, cómo le podemos pedir a un vecino que no le pegue a un ladrón cuando es espectador de la violencia que tienen los delincuentes para con las víctimas, (tenemos el último caso del chofer de colectivo en Pilar), cuando ve que hay una toma de terrenos y la Justicia mira para otro lado, cuando ve que el ladrón que le pegaron o intentaron pegarle fue a la comisaria, dio los datos y ya estaba en la calle nuevamente.
Cómo pretenden que se termine la violencia si continuamente es fogoneada desde el propio gobierno, en vez de poner paños frio a esta situación.
Desde el Estado evidentemente no tienen la solución, tampoco les importa mucho tenerla, calculo que así aprovechan y siguen su letargo de inoperancia creyendo que no les pediremos explicaciones o que hagan algo, evidentemente este volcán entró en erupción. Como no lo supieron o no quisieron contenerlo, no sabemos hasta dónde llegará la lava.
Evidentemente seremos los ciudadanos los que tendremos que tranquilizarnos, pero no por eso dejaremos de exigirles a los que nos dirigen, que cumplan con su mandato, que despierten de esta larga somnolencia, que se dediquen a gobernar y crear políticas que cuiden a los ciudadanos que cumplimos con la ley y que se castigue al que está fuera de la ley, y no estoy hablando de mano dura ni que hay que matar un delincuente, solo digo que si un ciudadano de levanta todos los días a trabajar y que vuelve a su casa a la noche para llevar 3, 4 o cinco mil pesos a la casa, sea protegido por el Estado y no caiga en la misma bolsa que un delincuente que por ahí roba 100 pesos y mata o lastima.
Lo bueno de todo esto que la gente está perdiendo el miedo, el no te metás, el miro para otro lado, y empezó a involucrarse. Estamos a un paso de exigir.
Neris Javier Rodriguez
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