viernes, 15 de julio de 2005

Lo que hay que tener

“No todos tienen lo que hay que tener”, dijo Hilda “Chiche” Duhalde refiriéndose a Humberto Zúccaro, y cuestionándole que éste le habría pedido que ella no estuviera presente en un acto en nuestro distrito junto al Gobernador, para evitarle una situación incómoda al jefe comunal.

No interesa analizar aquí el grado de hombría que la señora de Duhalde le asigna a Zúccaro: si hay algo que la mayoría de los pilarenses le reconocemos al doctor es su permanente actitud de mostrarse “poniendo el pecho a las balas”. Y por la crítica grosera que le regaló “Chiche”, nadie debería preocuparse; después de todo, es más razonable aceptar que en Pilar sea Zúccaro quien decida con qué oradores comparte los escenarios, que coincidir con la señora Hilda González en que el intendente deba ser un anfitrión “pintado”, que reciba a cuanto político en campaña ande necesitando tribuna para mostrarse; más aún, no es precisamente el Gobernador Felipe Solá quien será candidato en las elecciones de octubre, de modo que la crítica de la candidata a senadora nacional —que sí está en campaña— no es más que eso: una vulgar agresión de campaña.

¿Porqué Chiche eligió ese hecho anecdótico para descalificar a Zúccaro? ¿El intendente no tiene acaso, flancos más vulnerables que su deslealtad con Duhalde, quien hasta ayer fue su líder político? Claro que sí, el problema radica en que al pretender inventariar las debilidades del jefe comunal, autoproclamado miembro de la “mesa chica” del Presidente, la candidata del PJ se vería a sí misma reflejada en un espejo.

El peronismo —como la mayoría de los partidos políticos— es hoy un rejunte de supuestos dirigentes con escasa representación. Las prácticas de democracia interna son proclamadas por todos, pero casi nunca se aplican. Los políticos han encontrado la forma de esquivar cada intento de reforma política seria. Gambetearon el “que se vayan todos” del verano de 2002 mejor que el Diego a los ingleses en el Mundial ’86. Hoy todos están de vuelta.

Ahí lo tenemos a un renovado Zúccaro, doce años concejal y hoy intendente, junto a sus compañeros de ruta de siempre. ¿Y la renovación política de la que hablaban?. En 1997, Duhalde sostenía que "hoy tenemos dos veredas; por una transitan casi todos los partidos desgastados y faltos de credibilidad; por la otra,
las buenas gestiones de Gobierno". En 2005, todos se han pasado a la “vereda del sol”.

Ahora, ya en campaña, se lo ve a toda hora —incluso a la mañana— por televisión, de inauguración en inauguración. No se trata de cuestionar la publicidad destinada a informar, ya que eso constituye una obligación de todo gobierno; pero si se utiliza dinero de todos para mostrar durante horas inauguraciones que ocurrieron hace ocho meses, resulta preocupante.

Lo que hay que tener para ser buen intendente, no es lo que sugirió Chiche, primero porque eso lo tenemos naturalmente todos los hombres, y segundo porque su afirmación atenta contra el derecho de las mujeres a ser elegidas.

Lo que sí hay que tener —además de capacidad de gestión— es un comportamiento democrático, participativo y transparente.


Nota del Autor: por si a algún funcionario se le cae la idea de contrarrestar esta crítica diciendo que hay que proponer en lugar de denunciar, me anticipo a ella, sugiriéndole que revise las propuestas de ordenanzas de publicidad oficial que efectuamos hace tiempo, y que —como era de esperar— duermen en algún cajón del Concejo Deliberante.

domingo, 12 de junio de 2005

Gallito de Veleta

A 18 MESES DE GOBIERNO

El comienzo de la gestión de Humberto Zúccaro estuvo inundado de gestos de apoyo a la “transversalidad” propuesta por el Presidente Kirchner. Los primeros ocupantes del organigrama comunal provenían de un amplio abanico partidario, encontrándose funcionarios oriundos del radicalismo, del frepaso y hasta del arismo de Carrió. Pero en el año y medio de gobierno que se acaba de cumplir, en el gabinete zuccarista hay espacio sólo para los “puros” (y también para algunos conversos).

Triste privilegio
Hace dos semanas atrás, El Diario Regional publicó en un suplemento especial gran cantidad de datos sobre inversión, salud, educación, etc. Claro que no toda la realidad de Pilar pudo verse reflejada allí. Por caso, nada decía el informe sobre el elevado índice de mortalidad infantil de nuestro distrito. Desde ya, no todo es responsabilidad del gobierno de Humberto Zúccaro pero —sin duda—, mucho de lo que nos pasa, pasa porque a nivel local carecemos de un plan estratégico integral. Haber destinado recursos eternamente escasos a reinaugurar los hospitales de Del Viso y de Presidente Derqui, teniendo en el distrito una veintena de centros de atención primaria —terminal obligada para la inmensa cantidad de pilarenses— que cierran de noche por falta de presupuesto (y que de día funcionan como pueden por igual motivo) no parece haber sido la decisión más oportuna. Máxime con un partido que ostenta el triste privilegio de superar el índice de mortalidad infantil provincial.

Municipio insalubre
El año pasado se sancionó una Ordenanza impulsada por el intendente Zúccaro que integraba a Pilar a la “Red de municipios saludables”. El primer punto de los postulados que se sostienen en la red es que el gobierno involucre a la comunidad en el diseño, implementación y control de las políticas públicas. Sin embargo, las medidas que se toman transita a contramano de lo que debería hacerse. Cuando en enero pasado se aprobó la instalación de 16 antenas de telefonía celular en lugares prohibidos, el jefe comunal defendió la medida y criticó a quienes nos opusimos acusándonos de “hacer política”. Pero gracias a que unos pocos “hicimos política”, el gobierno local y la empresa de telefonía celular tendrán que dar marcha atrás con varias de sus instalaciones. Si —como se hace en los “municipios saludables” en serio— se hubiera consultado primero a la comunidad, antes de legislar de acuerdo con as exigencias o necesidades de la empresa, ésta no tendría ahora que desarmar ninguna antena.

Marca de ganado
Primero, el intendente fue duhaldista “de la primera hora”; ahora —por esas cosas de la política— las huestes de Duhalde pueden terminar enfrentándolo junto al pattismo. ¿cómo se sentirán los peronistas que ayer vieron al jefe comunal abrazado con el ex presidente devaluador, el mismo a quien hoy le da la espalda?. ¿Es posible que le perdonen tanto oportunismo, tanto acomodarse como gallito de veleta para dónde sopla el viento?. Quizás sí, al menos en el corto plazo. Porque en época de partidos políticos degradados, poco le interesa a la mayoría de lo vecinos que Zúccaro tenga un concepto de lealtad tan singular. Ayuda a la indiferencia social el elevado presupuesto que el gobierno destina a los medios de prensa locales (unas diez veces más de lo que se gastaba en la gestión anterior); y también ayuda el manejo inmoral que realiza el intendente con los planes asistenciales; ¿cómo es posible que Zúccaro viole la dignidad de miles de beneficiarios de planes “jefes” y de empleados municipales obligándolos a lucir en sus pecheras —cual marca de ganado— su propio nombre?.

El intendente confunde su función de titular del departamento ejecutivo municipal con un cargo partidario, y así se lo ve en los diarios firmando solicitadas del partido justicialista con la leyenda “intendente” debajo de su nombre, o empapelando Pilar con afiches en los que se muestra junto a Kirchner, con el escudo del PJ a la izquierda y el escudo municipal a la derecha (¿quién los habrá pagado? ¿el gobierno municipal o el partido justicialista?).


Se aseguró que el escandaloso aumento de tasas impuesto desde el año pasado iría a financiar obras públicas, pero hoy vemos que las obras se financian mayoritariamente con dinero de la Provincia o hasta de la Nación, mientras que el aumento en la recaudación local se destina a alimentar una insaciable estructura municipal, que en un año y medio de gobierno incorporó a casi un millar de empleados.

En materia de seguridad, creó una superestructura a la que denominó “Patrulla Comunitaria”, y que estaba destinada a colaborar con el accionar policial; pero al poco tiempo, cuando la inseguridad se extendía sin tregua por el distrito, el gobierno minimizó los roles de la fuerza de seguridad comunal, que hoy es poco más que un cuerpo de agentes de tránsito.

La oposición en el Concejo denunció esta semana al gobierno por “malversación de caudales públicos”; y es que el dinero que se recibiría por la venta de calles a los countries tendría que haber sido depositado en una cuenta especial, pero la ordenanza que así lo establecía fue modificada, y en el decreto que finalmente firmó el intendente, nada se dice de la cuenta especial. Es evidente que Zúccaro nunca tuvo la intención de asegurar una operación transparente. Si hubiera querido garantizar que el dinero que ingresaría por la venta de calles públicas se utilizaría para hacer asfaltos, hubiera constituido un fondo fiduciario, porque nadie gasta peor que aquél que decide, como él, en qué gastar la plata de otros.

A un año y medio de gobierno, nada para festejar.

sábado, 7 de mayo de 2005

Sobresueldos en el Concejo

En estos días se plantea el debate sobre el tema de los sobresueldos que se pagaron durante la presidencia de Carlos Menem. Según las investigaciones y denuncias de numerosos arrepentidos, se puede estimar que el monto de tales retribuciones fuera de recibo alcanzan a una cifra multimillonaria. Así como crece el repudio generalizado a tales prácticas, existen también voces que las convalidan, con el argumento de que no se puede pretender que un funcionario que maneja presupuestos de millones, perciba una retribución de algunos pocos miles de pesos.
En este debate abierto sobre los sobresueldos, deberíamos incluir —además de los funcionarios del poder ejecutivo— a los cuerpos deliberativos, sean estos de orden nacional, provincial o municipal.
Pero, ¿cómo determinar si el dinero que cobra un concejal por cumplir sus funciones es razonable? Existen sin duda muchas formas de analizar esto, pero una manera acertada de medir la productividad de una persona, sea ésta operario de una fábrica o Presidente de la República, es determinar el cociente entre output (productos elaborados o servicios entregados) sobre input (materia prima o recursos empleados). Así, considerando que el “producto” que “fabrican” los concejales son las ordenanzas, y que el recurso que emplean es su propio tiempo, la productividad del HCD puede determinarse como la relación entre el número de ordenanzas sancionadas por año dividido su presupuesto anual ejecutado. En Pilar se sancionan un promedio de 200 ordenanzas por año. Sin embargo, en años electorales como éste, la “productividad” de los legisladores locales disminuye, habida cuenta de que parte de su tiempo lo tienen que destinar a lo que mejor les sale —hacer campaña y spots publicitarios— no nos equivocaremos en mucho si estimamos que el 2005 terminará con unas 180 ordenanzas (un promedio de 10 ordenanzas por sesión ). Por otra parte, el presupuesto aprobado (por los mismos concejales) para el 2005, les permite gastar más de un millón ochocientos mil pesos; en consecuencia, cada una de las 180 ordenanzas que se aprobarán durante el año nos habrá costado en promedio 10 mil pesos, y en cada una de las aproximadamente 18 sesiones en las que deberían “debatir” y aprobar normas en beneficio de todos los pilarenses, los ediles habrán consumido en promedio unos cien mil pesos.

Durante el año pasado, y lo que va de éste, el Concejo aprobó automáticamente cada uno de los proyectos que “bajaron” desde el Departamento Ejecutivo. Y cómo no iba a ser así, cuando los gastos en personal del cuerpo deliberativo, propuestos siempre por el intendente de turno, pasaron en los últimos dos años de 750 mil pesos en 2003 a 1,2 millones en 2004 y a más de 1,8 millones para este año.

No me atrevo a sospechar que los concejales reciben sobresueldos “por debajo de la mesa”, pero estoy convencido que la productividad de nuestros legisladores es pobrísima, de modo que cualquier aumento en sus ya elevados gastos, es un sobresueldo. Si los señores concejales no pueden sancionar mayor cantidad ordenanzas, de mejor calidad y mayor valor agregado, y se limitan a realizar Congresos latinoamericanos de dudosos beneficios, al menos podrían tener la decencia de no duplicar sus gastos. Porque eso, vale aclararlo, significa doble esfuerzo de su parte, estimado (y maltratado) lector y contribuyente.

sábado, 9 de abril de 2005

Víctimas (Reunión Vecinos del Barrio Pellegrini)

(PILAR DE TODOS, 09/01/2005) A 16 meses de gestión, es difícil comprender la actitud del intendente Zúccaro, quien el martes pasado expresaba su preocupación ante los vecinos por la denuncia penal que recibió la semana pasada: con tono de víctima, decía "vecinos, yo tengo una denuncia penal por este tema (el de la tosquera); cómo no voy a estar del lado de los vecinos...". Tampoco se comprende bien que tanto en la primer reunión como en la del pasado martes, Zúccaro haya hecho referencia a su "sacrificio" de estar allí "dando la cara, a las nueve de la noche"; ¿y los vecinos, qué? ¿no estaban acaso allí porque el mismo intendente no cumplió con su deber?.

En la reunión, el intendente y su jefe de gabinete se empeñaron en transmitir la idea falaz de que ellos no pueden hacer nada más: "sólo tenemos que esperar la respuesta en siete días de la CNC", organismo al que le pidieron intervención para que analice si la antena del Pellegrini contamina o no a los vecinos.

A decir verdad, lo que controla la CNC respecto de las antenas es el uso del espacio radioeléctrico. Todo lo demás es de incumbencia municipal, y en algunos casos provincial.
La misma empresa CTI que aquí en Pilar negocia con Pugliese a puertas cerradas y termina poniendo lo que quiere en donde le parece, en Rosario, por citar un ejemplo, debe obtener un certificado de aprobación de la estructura soporte de sus antenas expedido por la Fuerza Aérea; y en otras ciudades debe celebrar audiencias públicas para que los vecinos puedan expresar sus opiniones e inquietudes, y la empresa y los funcionarios deben responderlas de manera satisfactoria.

¿Quién es víctima? ¿Zúccaro, que reunión tras reunión sólo dice que él da la cara (mientras las cosas siguen igual o peor)? ¿o los vecinos, que soportan la tortura de tener su salud en riesgo y sufren la falta de una actitud responsable en materia medioambiental? (me permito dejar a salvo de esta crítica a la respetable gestión —cuando se le permite intervenir— de la Subsecretaría de Medio Ambiente).

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El Informe Salzburgo

En el año 2000 tuvo lugar en Salzburgo, Austria, una conferencia internacional sobre "Emplazamiento de Emisoras de Telefonía Móvil, Ciencia y Salud Pública"; aquí, algunas de sus conclusiones:
1. Se recomienda establecer un procedimiento de autorización administrativa previa para la instalación y la actividad de funcionamiento de las instalaciones emisoras de telefonía móvil, en el que tengan en cuenta los siguientes puntos:
 Sometimiento a información previa, con intervención activa de la población residente
 Análisis de varias alternativas de instalación posibles
 Toma en consideración del aspecto visual local y paisajístico.
 Cálculo y medición de los valores de exposición.
3. En la actualidad, es muy difícil evaluar los efectos biológicos de las Estaciones emisoras de Telefonía Móvil ante dosis bajas, y sin embargo ello es urgentemente necesario para proteger preventivamente la salud pública.

viernes, 8 de abril de 2005

Estafadores

(WEBPILAR.COM, 08/04/2005) Después de meses de reclamos, y de una fugaz clausura con reapertura anunciada, ¿porqué creer que el intendente quiera —como dijo— cerrar la tosquera de la ex fábrica militar?; ¿porqué creer que quiera "ponerse del lado de los vecinos", cuando fue su mismo Jefe de Gabinete el que negoció durante meses las excepciones al código de zonificación para que se instalen 16 antenas de la firma CTI?. Con la tosquera funcionando, Humberto Zúccaro se garantiza tosca "gratis" para arreglar calles; y con las antenas habilitadas, la caja municipal recibe una "donación" de 100 mil pesos. Los gastos corren por cuenta de los vecinos afectados, que día a día van perdiendo su calidad de vida; y a cambio de algunos camiones de tosca, el municipio deja de cobrar lo que Laguna Dorada debería abonarle por derechos de extracción.

Querer es poder
En la reunión del martes pasado, el intendente y su jefe de gabinete se empeñaron en transmitir la idea de que ellos no pueden hacer nada más: "Enviamos una carta a la Comisión Nacional de Comunicaciones; ahora sólo tenemos que esperar la respuesta, que llegará en siete días". La CNC es el organismo de control nacional al que le pidieron intervención para que analice si la antena del Barrio Pellegrini contamina o no a los vecinos.
Obviamente, nadie puede aceptar que Zúccaro y su jefe de gabinete aseguren —sin que se les mueva un pelo— que "ahora hay que esperar a ver qué dicen las autoridades de la CNC; nosotros no podemos hacer nada".

Voto cantado
Me permito anticipar que la CNC no va a encontrar ninguna irregularidad, porque la radiación emitida por las antenas de telefonía celular casi siempre está muy por debajo de los límites de nuestras permisivas leyes, aunque eso no quiere decir que no exista riesgo para la salud de los vecinos. Es decir que por la cuestión de las radiaciones, nadie podrá remover ninguna antena. Pero sí se podrían remover por instalarse en zonas prohibidas, ya que el tema de la ocupación y uso del suelo es de competencia municipal.
No obstante, es una estafa y una ofensa a la inteligencia de los vecinos decir —como lo hizo Osvaldo Pugliese— que el gobierno no puede hacer nada; claro que a medida que pasan los días, las posibilidades de acción de las autoridades locales para "ponerse del lado de los vecinos" es cada vez menor.

Hongos
En el país hay decenas de municipios (como Rosario, Bahía Blanca o Córdoba), que han actuado eficazmente con respecto a las antenas, ya sea formando comisiones integradas por ONG’s e instituciones públicas y académicas, ya sea celebrando audiencias públicas con todos los posibles afectados, ya sea haciendo ambas cosas. Nadie cuestiona que las antenas deban existir; lo que sí se rechaza es la forma en la que el gobierno de Zúccaro se maneja en una cuestión tan delicada.
En Pilar, el HCD suspendió primero por 180 días cualquier trámite, luego el intendente vetó la medida, y finalmente en enero se aprobaron las excepciones, en medio de las expresiones tranquilizadoras del Presidente del HCD y del propio jefe comunal, ambos médicos: "no hay ninguna afectación a la salud", dijo Castillo. Ahora, el intendente comenzó a manifestar su preocupación, diciendo que quizás haya que rever el tema; mientras tanto, las torres van floreciendo como hongos después de la lluvia. Y la preocupación de los vecinos crece tanto como las torres.

Sin rumbo
Desde hace demasiado tiempo, en el sitio web de la Municipalidad Del Pilar se pueden encontrar dos páginas: una se titula "Presentación del plan de gobierno" y otra, "Objetivos de la nueva gestión"; debajo de cada título sólo se lee "Momentáneamente en construcción".
Si el éxito de una gestión de gobierno se interpreta como el logro de los objetivos propuestos a su inicio, queda claro que no hay nada que criticar del gobierno de Humberto Zúccaro, ya que fue consecuente: simplemente, no prometió ni cumplió nada.

sábado, 26 de marzo de 2005

Ilusionistas

Si para cada problema existe una solución, es posible que tanta desilusión acumulada en la sociedad necesitara de buenos ilusionistas que nos engañen lo suficiente como para convencernos de que la realidad no es, como sentenció Juan Domingo Perón, “la única verdad”.
Resulta interesante analizar algunos hechos que, por bien que se pretendan esconder como trucos debajo de la manga, no resisten la mirada de un público (ciudadanos, en este caso) cada vez más incrédulo.

Laguna Dorada
Una ordenanza del año 1995 prohíbe la extracción de tosca en el distrito. Sin embargo, la ordenanza fiscal y tributaria del año pasado dedica un capítulo a tal actividad. El Secretario de Hacienda —explicador a cargo en ausencia del oficial— trató de convencernos que la tosquera del Barrio Pellegrini no era una tosquera, sino un barrio cerrado en eterna construcción. Luego de quince meses de gestión, el martes pasado el jefe comunal adoptó la única medida que le quedaba: clausurar la tosquera.
Si una medida judicial ordenara ahora reabrir la tosquera, el gobierno podría volver a clausurarla por no haber pagado los derechos de extracción, que según lo manifestado por los mismos dueños de la cantera, y en función de la tasa establecida en la ordenanza tributaria, sería de al menos trescientos mil pesos, y eso sin considerar los correspondientes recargos y multas. Claro que la connivencia entre los responsables del emprendimiento y el gobierno local generan en los vecinos serias dudas sobre lo que suceda de aquí en más.

Culpables
Es improbable escuchar explicaciones de la administración municipal sobre temas tan diversos como la salud o la obra pública —por citar sólo dos áreas de indiscutible incumbencia local— sin que se cuele alguna acusación malintencionada hacia el gobierno provincial. “Los tiempos de la Provincia no son los tiempos de los vecinos de Pilar”, dijo la semana pasada el Intendente. Sin embargo, su truco excusatorio se devela cuando observamos los números de la coparticipación, que es el dinero que recibe cada municipio desde la administración provincial, independientemente de lo bien o mal que cada intendente haga las cosas, o de las solicitadas de apoyo y “lealtad” que firme o deje de firmar: durante 2003, con Sergio Bivort en el sillón del alcalde Lorenzo López, el gobernador Felipe Solá le giró a Pilar menos de 20 millones de pesos; un año después, ya con Humberto Zúccaro como jefe comunal, nuestro distrito recibió alrededor de 28 millones.

Progresismo vernáculo
Al jefe de gabinete Osvaldo Pugliese, progresista de la primera hora, se le reconoce una frase que debería formar parte de una versión actualizada de “El Príncipe” de Maquiavelo: “la izquierda es el camino más largo para llegar al peronismo”. En poco más de un año de estar en funciones, el ex edil frepasista ha pasado de impulsar propuestas como la creación de la Defensoría del Pueblo, o la Oficina Anticorrupción, a repudiar y descalificar públicamente opiniones contrarias a sus intereses personales (como son las que habitualmente firmo en este espacio).
En la década pasada, era reconfortante escuchar en el Concejo Deliberante los discursos cargados de espíritu democrático de Pugliese, cuando se enfrentaba a la mayoritaria bancada justicialista encabezada por Humberto Zúccaro; hoy, por esas cosas de la política y de la casi siempre desmedida ambición humana, el abogado se ha transformado en jefe de gabinete y mano derecha de quien hasta ayer criticaba.

En casa de herrero
Sobre las antenas de telefonía celular, tanto el intendente Humberto Zúccaro como el presidente del HCD Marcelo Castillo afirmaron con vehemencia que las antenas no provocan ninguna afectación a la salud; sin embargo las ordenanzas que convalidaron dicen claramente que las antenas pueden ocasionar “riesgos para la salud de la población” (Ordenanzas 01 a 16/05).
En igual sentido, Pugliese —que además de ser Jefe de Gabinete es abogado— tuvo cajoneado durante casi un mes un pedido de información medioambiental referida a las antenas de CTI. En contraposición, en el discurso pronunciado en la inauguración de Estilo Pilar el intendente dijo que impulsaba un gobierno con “corrupción cero”. Debería saber que el acceso a la información es uno de los requisitos necesarios para luchar contra la corrupción; y que su jefe de gabinete, quien en repetidas ocasiones habló de su compromiso con la transparencia, en los hechos hace exactamente lo opuesto: retacea información pública, a pesar de saber que el acceso irrestricto a la información es una vacuna contra la corrupción, un remedio al ilusionismo y al “roban pero hacen”. Porque, huelga decirlo, necesitamos gobiernos y funcionarios que hagan, pero que además no nos roben.

sábado, 12 de marzo de 2005

Tapar el sol con la mano

En una entrevista realizada ayer por la mañana al Secretario de Obras Públicas Jorge Zalabeite, el periodista Sebastián Seco lo consultó acerca de la dársena de la Ruta 25 ubicada frente a la entrada del emprendimiento Pilar del Este.

Hacerse cargo
Ante la pregunta sobre si la zona de la dársena presentaba adecuadas condiciones de seguridad vial -atento a los numerosos arreglos realizados por la Municipalidad luego del accidente que le costara la vida a 5 jóvenes-, el Secretario defendió con vehemencia lo que para él era una obra perfecta: dijo que no se realizaron tantos arreglos, y que en todo caso, el único problema no era la obra en sí, sino la falta de respeto de los automovilistas a las normas de tránsito. Desde ya que la enfática afirmación del secretario ingeniero no aporta demasiado a lo conocido, habida cuenta que nuestro país figura entre los primeros puestos en el ranking de muertes por accidentes de tránsito (por cantidad de vehículos). Sin embargo, no es menos cierto que, así como en el tema del medio ambiente la ley establece el principio de precaución, lo mismo debería hacerse desde el gobierno con respecto a la seguridad vial. Los automovilistas y los peatones no son los únicos componenetes del "sistema" del tránsito vehicular y la seguridad: los otros dos elementos son las vías de circulación (calles, autopistas, veredas, señales de tránsito, etc.) y las circunstancias. De estos tres elementos (automovilistas con sus vehículos, calles con sus elementos conexos, y circunstancias) sólo el primero escapa a la injerencia eficaz del gobierno municipal. En otros términos, si un conductor pretende violar un semáforo en rojo, o conducir alcoholizado, es poco lo que en materia preventiva -y a corto plazo- puede hacerse desde el Estado. En cambio, es mucho lo que puede (y sin duda debe) hacerse desde la administración. Es aquí cuando usted, estimado lector, se verá tentado a pensar que sin recursos es poco lo que se puede hacer, sobre todo si usted cobra su sueldo con un recibo con memebrete de la Municipalidad Del Pilar. Tan lógica conclusión podría ser equivocada. Los recursos, tan necesarios para todo, pueden llegar a utilizarse mal, y eso es exactamente lo que considero que sucede con la gestión de Humberto Zúccaro.

Prioridades
El bien más preciado de todo ser humano es su propia vida, y por eso, la prioridad del gobierno debería ser preservarla primero, y elevar su calidad después. En ese orden. No pueden, no deberían, destinarse miles y miles de pesos a solventar costosos espectáculos en la plaza, cuando en los barrios los centros de salud cierran a las 8 de la noche. Podrá decirse que las dos cosas son importantes, pero en ese caso, le hago una pregunta: si usted pensaba ir a la plaza el próximo Domingo a disfrutar de los artistas que allí se presentan, y el Intendente anuncia que por problemas presupuestarios se suspenden las presentaciones, ¿lo afectará más o menos que si el mismo Domingo a las doce de la noche su hijo tiene fiebre y la salita de su barrio está cerrada?. A cualquier padre le interesará poco menos que nada el espectáculo en la plaza, pero muchísimo la atención de su hijo, y además, el billete que se utilizaría para pagarle a un cantante es el mismo que el que se debería usar para pagarle al médico de la salita. ¿Qué uso será más prioritario, considerando, como decíamos antes, que los recursos siempre escasean?

Culpables
A la tan desacertada hipótesis del Secretario de Obras Públicas, podríamos sugerir otras: por ejemplo, el Secretario de Salud, que invirtió mucho tiempo en explicar las bondades del reordenamiento del sistema de salud local impulsado por el señor intendente, podría tranquilamente asegurarnos que los cambios fueron sumamente positivos, que los hospitales inaugurados por quinta vez son mejores que nunca, incluso mejores que el mismísimo Hospital Austral, pero que lo que hace que no funcionen y que algunos se quejen, es precisamente que la gente... se enferma!!; para peor, como dijo Zúccaro, un montón de gente enferma (como los delincuentes) "viene de los distritos vecinos pobres"; así como para Zalabeite, si no hubiera automovilistas no habría accidentes viales, Caruso podría asegurar que si no hubiera enfermos, el sistema de salud sería envidiable.
Quizás sea hora de buscar menos culpables y ponerse a trabajar en serio, no sólo para convencer a los de afuera de la estructura municipal, sino principalemente para convencer a los de adentro (intendente, concejales, explicadores, etc.), que demasiadas veces anteponen sus intereses personales a los de la sociedad que pretenden gobernar ("primero la Patria", decía el General Perón).

Entrada destacada

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